viernes, octubre 20, 2006

UN GOBERNADOR EN APUROS


El senador panista por Jalisco Alberto Cárdenas Jiménez firmó su postura contra el gobernador Francisco Ramírez Acuña por las reformas que éste pretende hacer a la Ley de Transparencia, para así auto exonerarse de la denuncia penal que cuelga sobre su cabeza por desacato equiparable al abuso de autoridad. Este bache judicial en su carrera le impide aterrizar con los pies por delante en la Secretaría de Gobernación.

El ex gobernador Cárdenas Jiménez también criticó fuerte que “presionen” a Felipe Calderón para que “los” incluya en su gabinete presidencial.
El senador dijo esto sin referirse directamente al gobernador de Jalisco, en una reunión que mantuvo con empresarios de la industria de la construcción de Jalisco, el lunes 4 de septiembre, en vísperas de que en la capital del país el Tribunal Federal Electoral emitiera su fallo favorable y declarara presidente electo a Felipe Calderón.

Ramírez Acuña fue quien en mayo del 2004 destapó a nivel nacional como precandidato panista a la Presidencia de la República a Felipe Calderón, entonces secretario de Energía.

El berrinche del presidente Vicente Fox fue mayúsculo al enterarse de que el michoacano se alzaba como aspirante presidencial, contra su entonces favorito Santiago Creel.

El “grupo” Jalisco encabezado por Ramírez Acuña fue inmune a las iras presidenciales y socarronamente dijo algo sí como que el que se enoja pierde y asunto concluido.

Vicente Fox, entonces, se tragó el coraje, pero despidió de la secretaría de Energía a Calderón Hinojosa, vía cese fulminante ejecutado por el también jalisciense Ramón Muñoz, entonces poderoso jefe de la Oficina para la Innovación Presidencial y hoy senador de la República.

El destape de Calderón se hizo en una granja del secretario de Administración Abraham González Uyeda, quien, dicen, también pretende integrarse al gabinete presidencial.

Lo cierto es que con la denuncia pendiente contra Ramírez Acuña, con efectos inmediatos en cuanto pierda el fuero el primero de marzo del 2007 que termina su mandato constitucional o en cuanto pidiera licencia en finales de noviembre para salir en la foto del gabinete inicial.

Cierto, Felipe Calderón le debe mucho a “Jalisco”, como lo reitera cada que puede Ramírez Acuña. Después de todo aquí fue destapado, aquí ganó la contienda interna a Santiago Creel y a Cárdenas Jiménez y los votos del 2 de julio en estas tierras fueron definitivos para las cuentas del IFE.

En Jalisco fue donde Calderón tuvo mayor votación del país, con 800 mil votos arriba de López Obrador.
Fue un total de un millón 435 mil votos los alcanzados aquí contra 600 y tantos mil del candidato de la Coalición Por el Bien de Todos.

Cierto que la campaña nacional, la guerra sucia y todo eso influyera, pero también que Ramírez Acuña le acarreó miles de votos rurales del Estado al hacer su informe itinerante en las 12 regiones de Jalisco, en vez de presentarlo normalito en el Congreso de Jalisco, como lo habían hecho todos los gobernadores que le precedieron.

Ramírez Acuña hizo un informe más que constitucional electoral, prometiendo y dando, convenciendo. Fue el mayor portavoz de las aspiraciones de Calderón y así se ganaba su puesto en Gobernación.
Sin embargo, la soberbia del gobernador Ramírez Acuña hizo que desacatara la Ley de Transparencia al negarse a cumplir una disposición de información sobre su sueldo, cosa ampliamente señalada en este espacio de Quehacer Político, en ediciones anteriores.

Ante esa denuncia Ramírez Acuña pretendió quitársela de encima con un recurso en el Tribunal Administrativo, pero como la ley de Transparencia es muy clara al respecto no pudo ejecutar esa maniobra y ahora pretende reformar la ley mediante una iniciativa elaborada por el diputado Salvador Cosío Gaona, ex priísta hoy perredista.

Ramírez Acuña niega que él sea el autor de la iniciativa, que son los diputados, pero que si le agrada la idea.
Claro que las reformas propuestas lo benefician y se libraría de la denuncia.
La destacada periodista tapatía Connie Ochoa entrevistó al senador Cárdenas Jiménez, y con su sabroso estilo documentó:

“El senador Alberto Cárdenas Jiménez, no quita el dedo del renglón y asegura que sería dar la espalda a la sociedad el aprobar la contrarreforma a la Ley de Transparencia.
En entrevista, el mandatario dijo que los legisladores que atenten contra la rendición de cuentas, sin importar el partido político al que pertenezcan, “no deberían volver a ser votados jamás”, dado que la sociedad sabría que no cumplieron con su responsabilidad.

“El senador panista estuvo con los empresarios de la industria constructora, a los que les garantizó que una vez que Felipe Calderón Hinojosa, sea declarado Presidente de la República electo, las tensiones con algunos grupos de la Coalición por el Bien de todos se reducirán.

“Luego, en entrevista posterior, Cárdenas Jiménez manifestó su extrañeza de que diputados “experimentados”, de todos los partidos políticos estén impulsando la reforma a la Ley de Transparencia, lo que le hace pensar que “algo raro está pasando ahí”. Hasta aquí con Connie.

El gobernador electo Emilio González Márquez también está contra Ramírez Acuña y así las cosas, tenemos a un gobernador en apuros, cosa que a los cercanos a Calderón como Josefina Vázquez Mota o Juan Camilo Mouriño no les apura.

¡Que pase un buen día!

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